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¿Y, ahora qué? transición hasta la nueva temporada.


La temporada no termina con el último partido. Entre el final de una temporada y el inicio de la siguiente, existe un periodo crucial conocido como la transición. Este intervalo, a menudo subestimado, puede ser decisivo para maximizar el rendimiento y alcanzar los objetivos a largo plazo. Para poner en valor este período tan crucial te hemos preparado un artículo repleto de evidencia científica.

La importancia de una buena transición

La transición adecuada no solo ayuda a los y las deportistas a recuperarse físicamente, sino que también les permite preparar sus cuerpos y mentes para los desafíos de la próxima temporada. Este período es vital para prevenir lesiones, mantener la motivación y mejorar el rendimiento general.

Beneficios de una transición bien planificada

1. Recuperación física y mental:

Un estudio de Kellmann y Kallus (2001) en el Journal ofSports Sciences resalta que la recuperación adecuada es fundamental para evitar el agotamiento y las lesiones crónicas. La recuperación activa, incluyendo actividades de bajo impacto como el yoga y la natación, puede ayudar a nivel de cuerpo y mente.

2. Prevención de lesiones:

La investigación de Hickey et al. (2014) en el British Journal of Sports Medicine subraya que una transición bien gestionada puede reducir significativamente el riesgo de lesiones. Incorporar ejercicios de movilidad y estabilidad puede preparar mejor el cuerpo para las exigencias de la próxima temporada.

3. Mantenimiento y mejora del rendimiento:

Según un estudio de Mujika y Padilla (2001), en el Journal of Sports Sciences, mantener una base de entrenamiento durante el periodo de transición puede evitar la pérdida de condición física. Esto implica seguir un plan de entrenamiento menos intenso pero constante.

Estrategias para una transición efectiva

1. Establecer un plan de recuperación activa

- Diseñar un programa de recuperación que incluya actividades de bajo impacto puede facilitar una recuperación completa. Esto puede incluir golf, caminatas, natación o ciclismo ligero, así como sesiones de estiramiento y yoga para mejorar la flexibilidad y la relajación.

2. Mantener una base de entrenamiento

- Aunque es crucial reducir la intensidad, mantener una rutina de ejercicios puede ayudar a preservar la condición física. Un estudio de Gibala et al. (2012) en el Journal ofApplied Physiology destaca la eficacia de los entrenamientos de alta intensidad pero de corta duración (HIIT) para mantener la capacidad cardiovascular.

3. Enfocarse en la nutrición y el descanso

- La nutrición adecuada y el descanso son fundamentales. Según Stellingwerff et al. (2007) en el International Journal of Sport Nutrition and Exercise Metabolism, una dieta equilibrada y el descanso adecuado pueden mejorar la recuperación y el rendimiento.

4. Evaluación y reflexión

Aprovechar este periodo para evaluar la temporada pasada y planificar la próxima es crucial. La investigación de McArdle et al. (2015) en el Journal of Sports Psychologysugiere que la reflexión sobre el rendimiento pasado puede identificar áreas de mejora y establecer metas claras para la próxima temporada.

5. Entrenamiento Mental y Motivación

La motivación y el bienestar mental son tan importantes como la preparación física. Practicar técnicas de mindfulness y visualización, como indica Gardner y Moore (2004) en el Journal of Clinical Sport Psychology, puede mantener la mente enfocada y motivada.

Conclusión

El periodo de transición entre temporadas es una oportunidad invaluable para recuperarse, reflexionar y prepararse para los desafíos futuros. Al seguir un plan bien estructurado que incluya recuperación activa, mantenimiento de la base de entrenamiento, nutrición adecuada, evaluación de rendimiento y entrenamiento mental, los atletas pueden maximizar su rendimiento y lograr sus objetivos a largo plazo. Ignorar esta etapa crucial podría llevar a una disminución del rendimiento y un mayor riesgo de lesiones, mientras que gestionarla adecuadamente puede ser la clave del éxito continuo.

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Referencias:

1. Kellmann, M., & Kallus, K. W. (2001). Recovery-Stress Questionnaire for Athletes: User Manual. Human Kinetics.

2. Hickey, J. T., et al. (2014). Sports injury preventionresearch still hampered by lack of quality control. British Journal of Sports Medicine.

3. Mujika, I., & Padilla, S. (2001). Muscular characteristics of detraining in humans. Medicine and Science in Sports and Exercise.

4. Gibala, M. J., et al. (2012). Physiological adaptations tolow-volume, high-intensity interval training in health and disease. Journal of Applied Physiology.

5. Stellingwerff, T., et al. (2007). Nutritional strategies tooptimize training and racing in middle-distance athletes. International Journal of Sport Nutrition and ExerciseMetabolism.

6. McArdle, W. D., Katch, F. I., & Katch, V. L. (2015). Exercise Physiology: Nutrition, Energy, and Human Performance. Lippincott Williams & Wilkins.

7. Gardner, F. L., & Moore, Z. E. (2004). A Mindfulness-Acceptance-Commitment-Based Approach to Athletic Performance Enhancement: Theoretical Considerations. Journal of Clinical Sport Psychology.